La escuela cumple un rol fundamental en el desarrollo de la vida normal de un niño con AIJ.
Para que la vida de este niño se desarrolle de manera normal en la escuela, debemos tener en cuenta, como padres, lo siguiente:
- Informar al cuerpo directivo/docente que la artritis no representa riesgo de contagio ni disminuye la capacidad intelectual del niño, aunque sí, en ocasiones puede afectar su desenvolvimiento normal mientras esté en clase, por la presencia de rigidez, dolor y limitación articular.
- Informar acerca de las características de la enfermedad y el tratamiento al cuerpo docente
- Mantener un contacto permanente con el docente.
El rol del maestro es clave para el niño:
- Debe estar al tanto del tratamiento, y entender que el niño probablemente falte a clase por distintas razones, como visitar al médico, hacerse análisis o recibir la medicación en el hospital.
- Es importante que pueda tener una comunicación con el médico a fin de conocer mejor la enfermedad y despejar dudas.
- Debe tener una actitud positiva frente a la enfermedad del alumno.
- Debe saber que es probable que el niño deba tomar antiinflamatorios durante el horario de clase.
- Debe hacer lo posible por incluirlo en todas las actividades, dentro y fuera del aula.
- Debe alentarlo a que se integre al grupo, juegue con el resto y no permanezca aislado, también en los recreos, dado a que el comportamiento del niño puede tornarse retraído o distante.
- Si la familia del paciente está de acuerdo el docente puede tener una charla con el resto de los alumnos sobre la enfermedad con el objetivo de eliminar tabúes y que el niño con AIJ pueda fortalecer vínculos y no sentirse excluido.