¿Es normal que me duelan los huesos por el frio? ¿Por qué siento las articulaciones más rígidas con el cambio de temperatura?
Comencemos por decir que “el frío no daña ni los huesos ni las articulaciones”
Suceden varios motivos por los que el frio impacta en nuestro sistema musculo esquelético.
En primer lugar, el frio impacta sobre los músculos, los rigidiza lo que provoca produce una sobrecarga en las articulaciones.
Por otro lado, en invierno, las personas mayores tienden a salir lo menos posible, por lo tanto reciben menos luz solar que lo habitual, con la consecuente pérdida de Vitamina D que es la que permite la absorción de calcio.
En aquellas personas que poseen patologías reumáticas como la osteoporosis, artitis, artrosis o fibromialgia, entre otras, estos síntomas se manifiestan más fácilmente debido a la propia patología.
La recomendación en estos casos es evitar la exposición al frio, y en el caso de tener que hacerlo, abrigarse bien, utilizar guantes y medias térmicas, con calzado abrigado y mantenerse en ambientes templados la mayor cantidad de tiempo posible.