La tarea de vestirse durante períodos en que la Artritis reumatoidea está exacerbada puede ser agotador y estresante.
Durante los fríos meses de invierno, realizar esta tarea con prendas que son de por sí más voluminosas y resistentes al agua puede aumentar el estrés.
Por eso es aconsejable que los pacientes con artritis se vistan con menos capas de ropa, pero que éstas sean efectivas y más fáciles de poner (y quitar). Estas prendas pueden proporcionar el mismo o más calor que un suéter y una campera pesados ya que estos últimos, a pesar de mantenerte caliente y seco, pueden dificultar el movimiento e incluso afectar el equilibrio.
Además, al elegir la ropa de abrigo, los pacientes deben pensar en la funcionalidad (por ejemplo, la facilidad de apertura y cierre) y la durabilidad (protección contra la intemperie).
Este tipo de prendas pueden ser:
Primera capa: Una camiseta térmica que contenga elastano (que le otorga flexibilidad). Estas camisetas mantienen el calor del cuerpo y dejan respirar los poros en caso de transpiración.
Segunda capa: Un buzo (preferentemente con cierre) micropolar o polar, que otorgará calor al cuerpo.
Tercera capa: Una abrigo aislante del viento y lluvia. Buscar abrigos de estas características que no sean pesados. Las camperas de plumas son una excelente opción, pero son costosas.
Además de la ropa en capas, otra sugerencia útil de invierno para los pacientes con artritis es usar guantes de compresión cálidos. Está comprobado que los síntomas de las manos como el dolor, la rigidez y la hinchazón mejoran sustancialmente cuando se usan este tipo de guantes, aunque la mejora en la función de la mano (con la excepción de la fuerza de agarre) sea mínima.
Los guantes de compresión varían en estilo y tecnología. Algunos tienen los dedos abiertos, otros emiten calor a través del calor infrarrojo. Tenga en cuenta también que los guantes terapéuticos generalmente están destinados a proporcionar apoyo en lugar de calor, lo cual es útil durante todo el año.