BALNEOTERAPIA Y ARTROSIS
La balneoterapia hace referencia a un conjunto de tratamientos alternativos que son coadyuvantes de la medicina tradicional. Aunque el uso de agua con usos terapéuticos se remonta a Hipócrates, la fama de la balneoterapia se dio entre los siglos XVIII y XIX, cuando empezaron a aparecer los primeros balnearios.
Desde entonces y hasta la fecha, se encontró que el agua, el lodo, las piedras y las sales minerales pueden ayudar a promover el alivio de varias enfermedades.
Existen algunos estudios sobre Balneoterapia como tratamiento de la osteoartrisis (Artrosis). Aunque se considera distinta de la hidroterapia, hay varias coincidencias en su práctica y en sus fundamentos. La balneoterapia se puede realizar mediante inmersiones en agua caliente o fría, masajes con agua en movimiento, relajación o estimulación. Las aguas minerales de los balnearios suelen ser ricas en ciertos minerales (sílice, sulfuro, selenio, radio) que se pueden absorber a través de la piel. Se emplean también a menudo las arcillas medicinales, cuya práctica recibe el nombre específico de «fangoterapia». En cuanto a la balneoterapia que hace uso de las llamadas aguas minerales, recibe el nombre específico de «crenoterapia». Estas prácticas específicas útiles en el tratamiento de la artrosis generalizada y en la artrosis de rodilla como terapia coadyuvante junto con un tratamiento específico sobre los síntomas de la enfermedad.
Aunque por razones de estadística no se tienen en cuenta en recomendaciones del tratamiento de la Artrosis, es una práctica habitual recomendar hidroterapia o balneoterapia
Como en todos los casos “siempre recomendamos a los pacientes consultar previamente con su médico clínico o reumatólogo” antes de iniciar cualquier terapia, ya sea médica o alternativa coadyuvante, ya que el profesional es quién entiende de la patología particular que padece el paciente y sabe cuan efectiva puede ser y también sabe de sus posibles efectos no deseados.