Compartimos la experiencia e historia de Ana, paciente reumatológica con Síndrome de Sjorgen.

«Soy Ana Betulú. Tengo una enfermedad reumatológica llamada Síndrome de Sjogren. Seguí los consejos de mi reumatóloga respecto a la dieta. Empecé a hacer una dieta más «alcalina». Dejé de consumir conservantes, colorantes aglutinantes y alimentos refinados (incluso sal refinada y azúcar, las cuales reemplacé por sal rosada del Himalaya y azúcar mascabo). Eso solo negativizó mis anticuerpos. Los alimentos industrializados contienen un montón de químicos que nuestro cuerpo no necesita y pueden volver a nuestro sistema inmunitario más susceptible. También hago ejercicio dos o tres veces por semana en gimnasio y hago terapia, lo cual ayuda a bajar el estrés (que es otro factor que incluye mucho en los altibajos de la enfermedad). Hoy estoy mucho mejor del «ojo seco», que era el síntoma que más afecta mi calidad de vida. Les digo a quienes tengan está enfermedad: ¡se puede hacer cosas para estar mejor!

Más información sobre Síndrome de Sjogren en: http://www.reumaquiensos.org.ar/enfermedades/sindrome-de-sjogren/

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Historia Melisa Ibañez

Me llamo Melisa, tengo 26 años y si bien mi enfermedad no tiene nombre ni apellido (“artritis indiferenciada”) pasé por el mismo schock emocional al ver que mi cuerpo no respondía como yo quería. No podía entender cómo con 24 años me costara tanto levantarme de una silla o le tuviese miedo a las escaleras, esto se complicó más aún al ir al médico y que la única respuesta fuese “no tenés nada” o “sólo te hace falta ejercicio”.
Gracias al apoyo de mi novio y mi familia seguí buscando hasta que di con mi actual reumatóloga, la cual no sólo me escuchó sino que también me tranquilizó, iniciado el tratamiento y con paciencia a los pocos meses ya me sentía joven nuevamente.
Acá es donde viene mi primer consejo: no se queden con una sola opinión, siempre consulten, no se deben acostumbrar a vivir con dolor; el segundo es que si lo necesitan no tengan miedo de buscar contención, ya sea de familiares, amigos o psicológica, el camino de esta enfermedad siempre va a ser mejor en un ambiente positivo.
Actualmente vivo una vida más activa, estudio, salgo como cualquier persona de mi edad, me encuentro menos estresada y tengo planes para volver a patinar dentro de poco.

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