La Gota es una Sinovitis Microcristalina. Las Sinovitis Microcristalinas son enfermedades metabólicas que se caracterizan por el depósito y liberación de cristales de pirofosfato de calcio (PFCa) en las articulaciones y en forma muy ocasional fuera de ellas.
Al momento actual, la Gota es la afección reumática que tiene tratamiento rápido y efectivo, y, si el paciente cumple con el mismo en forma prolija (medicación y dieta) y se controlan todas las condiciones que la predisponen, suele no repetir crisis gotosa ni depósitos de uratos en su vida.
En conclusión, la Gota es una enfermedad frecuente, fácilmente diagnosticada por el Reumatólogo y que tiene un tratamiento efectivo si se cumple estrictamente.
Se sabe que los depósitos de PFCa aumentan con el correr de los años y es frecuente que no tengan síntomas. Existe cierto predominio en el sexo masculino.
Hay dos formas clásicas de presentación, las familiares (los síntomas articulares se manifiestan durante la 2º y 3º década) y las formas esporádicas, que son infrecuentes antes de los 50 años; pueden observarse en un 10 -15 % en personas entre 65 y 75 años y puede alcanzar entre 30 – 60 % en mayores de 85 años. Se cree que la edad media para hacer el diagnóstico de artropatía por pirofosfato de calcio es de 75 años.
Existen asociaciones con otras afecciones como la insuficiencia renal crónica e hipotiroidismo (clínico o suclínico); estas entidades también incrementan su frecuencia con la edad. Existen otras condiciones asociadas que el médico reumatólogo debe estudiar para hacer el diagnóstico.
El depósito de cristales de PFCa está casi con exclusividad limitado al aparato locomotor pero existen excepciones.
La Gota fue la primera enfermedad reumática reconocida, la describió Hipócrates 400 años antes de Cristo.
Afecta generalmente a varones de mediana edad, habitualmente obesos, con presión arterial elevada (hipertensos), con antecedentes familiares de Gota, con alto consumo de alcohol y que reciben diuréticos por la hipertensión arterial.
La Gota es una enfermedad extremadamente dolorosa con brotes (crisis o ataque de Gota agudo) y remisiones; está directamente relacionada al aumento del ácido úrico en sangre en forma persistente y su depósito en tejidos, preferentemente en articulaciones. Por motivos aún no bien conocidos, los cristales depositados en forma crónica (por años), se liberan en el interior de la articulación y provocan un estado de intensa inflamación aguda muy dolorosa e incapacitante.
De cualquier forma, la mayoría de los pacientes con hiperuricemia persistente (o sea ácido úrico elevado en sangre) no tienen Gota en toda su vida; algunos pocos tienen cálculos renales de ácido úrico sin tener ataques de Gota y otros, desarrollan Gota y cálculos renales.
La Gota pertenece al grupo de enfermedades denominadas Sinovitis Microcristalinas, relacionadas al depósito, y en ocasiones liberación de cristales. Los cristales pueden ser inertes (no provocar enfermedad) o causar inflamación y daño articular agudo (rápido) o crónico.
Síntomas
El ataque agudo de Gota habitualmente comienza de noche, con intenso dolor, hinchazón y enrojecimiento, que habitualmente, en su inicio, se manifiesta en la articulación de la base del primer dedo del pie.
El ataque dura de horas a pocos días. Si no es tratado correctamente, los episodios se hacen más frecuentes y el ataque más duradero.
Usualmente durante el ataque agudo de Gota el paciente presenta fiebre, chuchos de frío y mal estado general; todo mejora rápidamente cuando cede el ataque.
Un aspecto particular de la enfermedad es la formación de cálculos renales en quienes eliminan mayor cantidad de ácido úrico durante tiempo prolongado. Raramente el depósito es en el tejido renal, provocando disminución de la función de este órgano (insuficiencia renal crónica).
Causas
Existen factores que predisponen al incremento por largo tiempo de ácido úrico, el depósito en tejidos, liberación de los cristales en la articulación y ataque agudo de Gota; los mas frecuentes son:
Obesidad y/o alimentos ricos en purinas –precursor de ácido úrico- como carnes y productos de mar, también bebidas alcohólicas (disminuyen la eliminación de ácido úrico).
Enfermedad cardiovascular (hipertensión arterial crónica).
Estrés psíquico o físico.
Consumo de ciertas drogas como diuréticos.
Diagnóstico
El diagnóstico de “Gota” se realiza mediante procedimientos clínicos (interrogatorio y examen clínico), hallazgo de lesiones radiológicas características (cuando existen) y definitivamente con el hallazgo de los típicos cristales en el líquido e las articulaciones extraído por el reumatólogo y observado por profesional con experiencia. El incremento de ácido úrico en sangre no hace el diagnóstico de Gota debido a que hay personas sin enfermedad clínica que tiene valores altos ocasionales. Es importante la detección precoz de las causas que favorecen el incremento de ácido úrico en forma persistente para que el mismo no se deposite en articulaciones.
Tratamiento
El tratamiento está encaminado a evitar las crisis agudas, al tratamiento del ataque agudo, y la corrección de los factores que llevaron a esa situación.
Si bien los factores genéticos no podemos modificarlos al momento actual, si es posible controlar los factores higiénico-dietéticos tal como el alto consumo de carnes, achuras y mariscos (que tienen alto contenido de ácido úrico), como así el consumo de bebidas alcohólicas como cerveza y tragos.
El ataque agudo se trata con reposo, compresas frías (hielo), antiinflamatorios sin corticosteroides y otras drogas en bajas dosis. Es necesario para que el tratamiento sea efectivo que se aplique en forma rápida, cuanto antes se comience mas efectivo será. En contadas ocasiones, el reumatólogo debe prescribir corticosteroides por vía general o directamente en la articulación.
Solo su médico reumatólogo está capacitado para elaborar un plan de tratamiento que debe ser personalizado para cada caso en particular.