La Fibromialgia en una enfermedad cuyos síntomas principales son dolor en los músculos y tejidos fibrosos como tendones y ligamentos. Aún no hay evidencia absoluta que se trataría de una enfermedad autoinmune.
Ingresa a mi consultorio una paciente que concurre sola, desmejorada, la cara expresa de haber pasado mal la noche. A mi primer pregunta, ¿que es lo que le pasa? responde “me duele todo, me duelen las carnes, me siento cansada, tengo dolores de cabeza, duermo mal, ya recorrí muchos especialistas, no tengo un diagnostico definitivo y lo peor que mi familia no me entiende”. Muy posible que esta paciente tenga Fibromialgia, una enfermedad invisible que con el tiempo y el avance de los conocimientos se fue haciendo visible.
Es una enfermedad crónica que afecta mayormente a la mujer en una proporción de 20:1 con respecto al varón. Se puede manifestar a cualquier edad tanto en ancianos como en niños pero con más frecuencia la edad media de inicio es entre los 40 a 50 años aproximadamente.
La Fibromialgia es una enfermedad común que aproximadamente afecta del 2 al 4% de la población, no muy bien conocida por la comunidad, inclusive también ignorada por algunos médicos.
Síntomas
La principal manifestación clínica de los pacientes con fibromialgia es el dolor, cuya intensidad puede variar desde un leve incremento en las áreas sensibles hasta ser tan intenso que provoca una incapacidad funcional que obliga en oportunidades a no poder realizar las tareas habituales o laborales. Puede acompañarse de un endurecimiento o rigidez por la mañana que puede durar pocos minutos o prolongarse en varias horas.
Es un dolor crónico difuso y generalizado, de manera tal que duele todo el cuerpo. Si bien el dolor es difuso, hay sitios donde el dolor es mucho más intenso (“puntos dolorosos”): cuello y región lumbar, hombros y caderas.
Periódicamente suele ocurrir tanto en miembros superiores como inferiores, y con especial localización en manos y pies, sensaciones como hinchazón de manos, hormigueos, adormecimiento, pinchazos, quemazón, ardor, calambres. Del mismo modo presentan dolores de cabeza que pueden ser difusos o de tipo migrañoso. Este último se describe como un dolor agudo que suele tomar mitad derecha o izquierda de la cabeza. Las molestias pueden acentuarse con los cambios climáticos, estados tensión emocional, o ejercicios muy intensos.
Fue muy importante para definir esta enfermedad, determinar la presencia de los “puntos dolorosos o sensibles” que son detectados por la palpación del médico en la consulta clínica.
Casi el 80% de los pacientes presenta alteraciones con el sueño. Afirman tener dificultad para conciliar el mismo, mantenerlo y al despertar relatan gran cansancio. Se trata de un sueño no reparador, interrumpido, fraccionado, varias veces el paciente se despierta en la noche. No logra el sueño profundo.
El cansancio es otra de las manifestaciones importantes que aparece en el 90% de los pacientes con ésta patología. Es un síntoma constante, no mejora con el reposo y se agrava con las actividades, con sensación de falta de fuerzas, que impide emprender cualquier actividad física. Inclusive los ejercicios intensos o con carga excesiva producen también dolor, con la consecuente negación a realizarlos. Cansancio con intenso agotamiento que se hace notorio al final de la tarde.
Otras manifestaciones que pueden presentar es sequedad en la boca y los ojos, mareos, inestabilidad, palpitaciones, cambios de coloración en manos acompañados con sensación de frialdad. La micción imperiosa, es otro síntoma que obliga al paciente a orinar varias veces día y noche, como si fuera una cistitis infecciosa que no es. Generalmente orina poca cantidad. Otros síntomas que se presentan son dificultad para concentrarse, perdida de memoria, dolor en región mandibular, bruxismo (es un habito involuntario en apretar o rechinar los dientes).
Aproximadamente un 30% de los pacientes pueden presentar alteraciones del estado de ánimo. La paciente se siente nerviosa, con un estado de ansiedad importante, generando angustia, con dificultad para relajarse. Puede presentar también momentos de tristeza, que conducen a un estado de depresión.
Causas
La causa que la produce es desconocida. Puede existir una predisposición genética, alteraciones de tipo hormonal explicando la falta de adaptación a las situaciones de stress que presentan estos pacientes.
Diversos factores pueden desencadenarla como infecciones de distinto tipo, un trauma físico o emocional.
Se destaca la especial atención que se ha prestado los últimos años en lo que se refiere a una variación en el proceso del dolor a nivel del Sistema Nervioso Central. Detectándose alteraciones en los niveles de unas sustancias denominadas neurotransmisores como la serotonina, adrenalina, dopamina, inherentes al procesamiento del dolor. Originándose una amplificación de la respuesta dolorosa, significa que ante estímulos que normalmente son tolerables se percibe en forma intensa y persistente.
Se ha comprobado que el riesgo de padecer la enfermedad entre los familiares de pacientes con Fibromialgia es 8,5 mayor que en la población general. Existe una agregación familiar, esto significa que muchos factores de riesgo de enfermedades comunes se presentan con mayor frecuencia en grupos familiares. Lo cual determinaría que puede haber cierta predisposición genética a desarrollarla.
Diagnóstico
Especialmente se encuentra determinados puntos anatómicos específicos bien definidos muy sensibles que a la palpación provocan intenso dolor.
A la fecha no existen determinaciones de laboratorio y tampoco alteraciones radiográficas, ecograficas o de Resonancia Magnética que confirmen el diagnostico de Fibromialgia. De todas formas son muy útiles solicitar todos los estudios necesarios para descartar otras patologías.
Tratamiento
El tratamiento debe ajustarse a cada caso en particular, orientado a reducir el dolor y brindar al paciente una mejor calidad de vida. Dar una explicación de la patología, de sus síntomas, es importante dado que ocasiona una calma, luego de haber recorrido varios consultorios médicos sin un diagnostico preciso o con diagnósticos incorrectos. Incomprendido por su familia y amigos, es fundamental la educación de los mismos, brindando también una amplia explicación de la enfermedad, lo cual favorece el tratamiento del paciente.
El ejercicio contribuye a mejorar síntomas como dolor, cansancio. La actividad física debe ser de tipo aeróbica como gimnasia subacuatica, natación, caminatas, ejercicios sin cargas excesivas, inclusive tai chi, o diferentes tipos de bailes. Debe ser siempre graduado, progresivo de acuerdo a las limitaciones de cada paciente.
El apoyo psicológico con técnicas especiales, colabora a enfrentar la enfermedad, a controlar la ansiedad y depresión que pueden presentarse en numerosos pacientes.
En el tratamiento medicamentoso se utiliza analgésicos comunes como paracetamol u otros más potentes como ser el tramadol. Además existe un grupo de medicamentos que actualmente han demostrado ser muy beneficiosos. Nunca deben automedicarse. Evitar la polifarmacia. Evitar terapias alternativas que postergan el diagnostico, como en otras entidades reumáticas es importante el diagnostico precoz, que permitirá la instalación rápida del tratamiento más apropiado.
No todos los dolores generalizados son Fibromialgia, es necesario descartar otras patologías que pueden provocar idénticos síntomas.